¿Cuánto tiempo dedicamos a preparar y participar en las reuniones?
¿Qué tan efectivas son nuestras reuniones?
Las reuniones, físicas y virtuales, son esenciales para la vida empresarial moderna. Sin embargo, existen algunas estadísticas muy preocupantes, como por ejemplo
- El costo de la pérdida de productividad
debido a las reuniones en 2019 en los EE. UU. se estimó en alrededor de 400 mil millones de dólares.
- El número de reuniones
que celebramos ha aumentado entre un 8% y un 10%
anual durante los últimos 20 años.
- En una encuesta, el 47% de los encuestados
afirmó que las reuniones eran la principal causa de pérdida de tiempo
en el trabajo.
- En otra encuesta, el 45% de los encuestados
dijeron sentirse abrumados por la cantidad de reuniones
en las que tienen que participar.
- El retraso medio
hasta el inicio de una reunión es de 11 minutos.
Para los ejecutivos, se eleva a 16 minutos.
Sources: Doodle, Booqued, Ovum, Dialapad
Unos simples cálculos pueden demostrar que, para una plantilla de 100 personas en la oficina, los aspectos no productivos de las reuniones rutinarias pueden equivilar tener, como mínimo, unas 10 personas ausentes todo el día, cada día.
Consideramos que, antes de la explosión de las videoconferencias, era normal tener toda la pantilla de la oficina en reuniones para un promedio de 15% de su tiempo. Para los mandos intermedios sube hasta el 30% y el 40% y para los ejecutivos/directores, sube aun más hasta el 90% de su tiempo. Ahora con las Videoconferencias, probablemente los números serán mucho más alto.
Si bien muchas empresas admiten que la cantidad y la productividad de sus reuniones podrían mejorarse, rara vez se toman el tiempo para evaluar y cuantificar la magnitud del problema, prefiriendo vivir con el status quo, aceptando las cosas como parte de la vida empresarial.
Es un problema endémico y no se trata sólo de una mejor disciplina durante las reuniones. ¡Una cuantificación del problema en términos macro considerando tiempo o dinero llama rápidamente la atención!
He desarrollado una metodología propia basada en lo que llamo yo la ANALOGÍA DEL HUEVO FRITO, que brinda un diagnóstico eficiente y el posterior diseño e implementación de soluciones facilitadas para corregir los males de la culture de las reuniones que son tan endémicos en el mundo empresarial actual.